Durante tiroteo en Nashville llamadas de pánico resonaron en el 911

U.S.

Las llamadas al número de emergencias 911 de los testigos del tiroteo del lunes en la primaria Covenant en Nashville revelaron el terror que enfrentaron los sobrevivientes.

En sus llamadas suplicaban ayuda mientras en al fondo se escuchaban sirenas, llanto y ruido de disparos.

En una llamada, poco antes de las 10:13 horas, una mujer dice que escucha disparos y que está escondida en un armario en la sala de arte.

“Suena como si alguien dispara armas”, dice.

Luego comenta que parece haber una pausa en los disparos.

Otro hombre llamó para pedir ayuda. “Creo que tenemos alguien disparando en nuestra iglesia”, de acuerdo con la grabación difundida por la policía.

La matanza dejó tres adultos y tres niños muertos.

Audrey Hale, la persona que abrió fuego, fue estudiante de la escuela religiosa.

Las autoridades informaron que tenía planos de la escuela y escribió un manifiesto antes de perpetrar el ataque.

Otro hombre comenta: “Todo lo que vi fue a un hombre que sostenía un rifle de asalto disparando a través de la puerta. Estaba… actualmente está en el pasillo de segundo grado, arriba”.

Agrega que la persona que dispara viste de camuflaje y con un chaleco.

Otra mujer señala: “Escuché como 10 y salí del edificio”.

En otra llamada, uno de los interlocutores del 911 pregunta pregunta a quien llama si se encuentra en un lugar seguro. “Creo que sí”, dijo la persona que reportaba los disparos, mientras se escuchaban niños de fondo.

Una maestra también llama a emergencias y dice que puede escuchar más disparos y pide una pronta respuesta. “Escucho más disparos, por favor, apúrate”, insta desesperada.

La persona que perpetró el ataque en la escuela de Nashville compró y ocultó varias armas de fuego en su casa aunque era tratada por problemas psiquiátricos, dijo el martes la policía de esa ciudad de Estados Unidos.

Dos niñas de nueve años, un niño de nueve años, dos maestros y un conserje de la escuela murieron en el tiroteo del lunes, que reavivó el amargo debate público sobre el derecho a poseer armas en Estados Unidos.

El jefe de policía de Nashville, John Drake, dijo en rueda de prensa que Audrey Hale, de 28 años, había estado recibiendo tratamiento por un “trastorno emocional” y que sus padres, en cuya casa vivía, creían que había comprado y luego revendido una única arma de fuego.

“Audrey Hale compró legalmente siete armas de fuego en cinco armerías locales diferentes”, dijo Drake. “Tres de esas armas fueron usadas en esta horrible tragedia”.